Vender un piso después de un divorcio
Vender un piso después de un divorcio puede no ser un camino de rosas. Existen diferentes puntos en el proceso que pueden complicarlo todo. Por eso, hoy, te traemos este artículo para ayudarte a resolver cualquier duda que surja al respecto.
Todo depende del régimen en el que estuvieran casados
Dependiendo del tipo de régimen en el que estuvierais casados, tendrás unos procedimientos u otros. Veamos las distintas opciones:
Régimen de gananciales
Si la pareja estaba casada en régimen de gananciales (es decir, todo es parte del patrimonio de los dos), habrá que seguir estos pasos:
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- Iniciar un proceso judicial de disolución del régimen económico matrimonial.
- El juez designará un perito, que será el que se encargue de llevar para adelante todo el proceso. Él se encargará de inventariar los bienes y las deudas y adjudicará la mitad a cada cónyuge.
- Durante el anterior proceso, como se puede imaginar el lector, la vivienda pasará a conformar un proindiviso. En este caso, se pude alcanzar un acuerdo durante todo el proceso anterior (ya sea darle uso a la vivienda, venderla o que una parte venda a la otra su mitad).
- En el caso de no llegar a un acuerdo, bastará con que una de las partes solicite al juez la división del proindiviso para que se venga en subasta pública. Suele ser conveniente no llegar a este punto, porque, si se llega, el precio de venta será inferior al precio de mercado.
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Separación de bienes
Si la pareja estaba casada en régimen de separación de bienes (es decir, cada uno tiene lo suyo), todo dependerá de la propiedad de la vivienda.
Puede suceder que la vivienda fuera propiedad de uno de los dos, en cuyo caso, lógicamente, seguirá siendo parte del patrimonio de esa persona, puesto que existe separación de bienes.
Pero puede ser que la pareja haya estado contribuyendo a la compra de la vivienda a partes iguales, en cuyo caso estaríamos ante un proindiviso y se debería aplicar el mismo procedimiento que en el punto anterior.
Parejas de hecho
En el caso de las parejas de hecho, se aplica el mismo criterio que en el caso de los matrimonios con separación de bienes.
¿Siempre es necesario acudir a un juez?
Acudir a un juez es el último recurso y no siempre es necesario. Es una opción que tenemos ahí, pero que no es deseable. Existen dos vías previas que deberíamos agotar:
Encontrar un acuerdo
La primera vía es, por supuesto, llegar a un acuerdo. Los acuerdos a los que podemos llegar son los siguientes:
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- Mantener la copropiedad y usar la vivienda (por ejemplo, alquilándola a un tercero y repartiendo la renta).
- Que uno de los dos compre la otra mitad de la vivienda a la otra persona.
- Vender la vivienda y repartir el dinero.
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Por supuesto, el problema aquí radica en que los divorcios no siempre son de buenas formas, por lo que puede ser difícil la negociación y el llegar a un acuerdo. Pero, si el divorcio ha sido de buenas maneras, es la opción más inteligente.
Acudir a una empresa de compra de proindivisos
Si lo anterior no es posible, antes de acudir al juez, es preferible acudir a una empresa de compra de proindivisos. Ten en cuenta que debes comunicárselo a la otra parte y que ésta tendrá el derecho a igualar la oferta de la empresa (en cuyo caso tendrás que venderle a la otra parte tu copropiedad, en lugar de a la empresa).
Como puedes ver, vender un piso después de un divorcio puede ser un quebradero de cabeza. Pero, con los consejos y las claves que te hemos dado a lo largo de este breve artículo, podrás conseguirlo sin mayores dificultades.