Cuando hay varios propietarios de un inmueble, se pueden usar y gestionar proporcionalmente. Los gastos se reparten entre los copropietarios y los beneficios se distribuyen según la cuota de participación. Las decisiones de administración requieren acuerdos o unanimidad.
Las empresas que compran proindivisos pueden ser confiables si tienen una sólida reputación y buenas opiniones de clientes anteriores. Es importante investigar y obtener asesoramiento profesional para tomar una decisión informada y segura al vender una propiedad a estas empresas.
La venta de un piso después de un divorcio puede ser complicada. Dependiendo del régimen matrimonial (gananciales o separación de bienes), se seguirán diferentes procedimientos, incluyendo la división del proindiviso en caso de no llegar a un acuerdo.
Al recibir una herencia, se debe pagar el Impuesto de Sucesiones, que varía en cada comunidad autónoma. Se aplican reducciones según el grupo familiar y la cantidad heredada. Se recomienda buscar asesoramiento profesional para optimizar los impuestos.
Aunque en términos legales no hay diferencia entre proindiviso y condominio, a nivel práctico se suele distinguir en la capacidad de dividir la propiedad. El condominio permite la división, mientras que el proindiviso no lo permite fácilmente.
Los problemas con los proindivisos surgen cuando los copropietarios no están de acuerdo en vender la propiedad. Se sugieren dos opciones: encontrar un uso conjunto para la propiedad o vender tu parte a otro copropietario.
